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Síndrome de burnout o del trabajador quemado, ¿Cómo afecta a los trabajadores?
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Síndrome de burnout o del trabajador quemado, ¿Cómo afecta a los trabajadores?

Oficialmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó al síndrome de burnout dentro de la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), reconociéndolo como una enfermedad asociada al trabajo. Con esta legitimación se sigue fomentando las investigaciones destinadas a estudiar los efectos de este padecimiento, lo que a su vez ayudará a comprender los síntomas para diseñar programas preventivos y de control dentro de las empresas, que generen el impacto adecuado en la gestión de la salud de los trabajadores.

De acuerdo con la OMS, “el burnout es un síndrome conceptualizado como resultado del estrés laboral crónico que no se ha manejado con éxito” y que presenta tres características específicas:

• Sentimientos de agotamiento
• Distanciamiento mental en el trabajo, negativismo o cinismo relacionados con el trabajo
• Disminución de la eficacia profesional

La interacción laboral que surge entre el trabajador con un inadecuado ambiente de trabajo y unas condiciones laborales deficientes, es la principal causa del síndrome de burnout. Estas situaciones progresivas de estrés a las que está expuesta la persona, y en las que siente que las exigencias laborales son mayores que sus capacidades para afrontarlas, llegan a desencadenar síntomas de índole físico, mental y emocional, afectando gravemente la salud del trabajador, si no se toman las acciones pertinentes para tratar esta enfermedad.

Entre los síntomas más comunes del síndrome del trabajador quemado, están:
• Depresión
• Fatiga
• Irritabilidad
• Ansiedad
• Bajo desempeño
• Sentimientos de frustración
• Incapacidad para concentrarse
• Dolor de cabeza
• Desórdenes gastrointestinales
• Alteraciones en el sueño
• Taquicardia

¿Pero qué circunstancias específicas originan esta enfermedad laboral? Aunque algunas investigaciones relacionadas con el burnout sugieren que las características personales del trabajador también lo hacen susceptible a padecer esta enfermedad, lo cierto es que son los factores organizacionales los que la desencadenan. La ambigüedad del rol, falta de información o formación para ejecutar las labores, largas jornadas de trabajo, carga excesiva de trabajo, baja remuneración, relaciones conflictivas, pocas oportunidades de escalar dentro de la organización, limitación del descanso, trato inadecuado por parte de superiores, entre otras, son algunas de las causas que inciden en el desarrollo del síndrome de burnout.

Quien llega a experimentar el burnout, puede sentir que su calidad de vida comienza a afectarse debido a que los síntomas característicos del síndrome permean no solo el aspecto laboral, sino también la vida personal. Las relaciones profesionales y personales pueden afectarse, los logros laborales pierden sentido, aparece la predisposición a sufrir accidentes de tipo laboral, siente la necesidad de automedicarse para conciliar el sueño, recurre al abuso de drogas o alcohol, se aísla de la familia o de sus compañeros de trabajo y presenta problemas con la pareja, entre otras consecuencias.

Además de afectar considerablemente la salud de los trabajadores que lo padecen, el síndrome del trabajador quemado puede significar un riesgo para la productividad de las empresas, cuando no se implementan las acciones de mitigación y prevención pertinentes. Algunos de los efectos en las empresas, son:

• Ausentismo laboral
• Baja productividad
• Conductas violentas con los compañeros de trabajo
• El ambiente laboral desmejora
• Falta de compromiso con el trabajo
• Baja calidad en las tareas ejecutadas o en los servicios de la empresa
• Aumenta la rotación de personal
• Aumento de los índices de renuncias o abandono del puesto de trabajo
• Aumento de los índices de accidentes o lesiones

 

¿Qué se puede hacer desde las organizaciones para afrontar el síndrome de burnout?


Los comités paritarios de salud y seguridad en el trabajo resultan ser un espacio propicio para conocer de primera mano las necesidades de los trabajadores y las problemáticas que se presentan en los puestos de trabajo, permitiéndole a las empresas conocer qué trabajadores pueden presentar los síntomas del burnout o quienes pueden estar más propensos a desarrollarlo.

Usualmente, las recomendaciones para prevenir el síndrome de burnout, están relacionadas con aquellas destinadas a gestionar el estrés laboral. Sin embargo, debe tenerse en cuenta, que son los factores organizacionales los que deben evaluarse en primera instancia y modificarlos, si es necesario:

• Realizar adecuadamente la evaluación de riesgos psicosociales
• Definir claramente las responsabilidades para evitar la ambigüedad de roles
• Respetar los descansos laborales
• Ofrecer apoyo psicosocial desde las organizaciones
• Identificar y cambiar los factores asociados al trabajo que han generado esta enfermedad
• Evaluar la frecuencia y nivel de los síntomas
• Fomentar una buena comunicación y la participación
• Aumentar el nivel de autonomía y control del trabajo
• Formar a los trabajadores en el manejo del estrés y la ansiedad
• Promover el autocuidado

Si desde las empresas no se aplican los protocolos de intervención adecuados para tratar esta enfermedad, sumado a ello el nivel de estrés en el que se encuentre la persona que está afrontando esta situación y la frecuencia con que se repite, los síntomas podrán evolucionar a niveles más graves como la presencia de cuadros psiquiátricos o sentimientos de suicidio. Por eso la importancia de estudiar este síndrome en las organizaciones, con el fin de ofrecer la información suficiente para formar a los trabajadores en el tema y lograr las estrategias de prevención e intervención que se requieren para proteger la salud de los trabajadores.