Contrario a lo que muchos podrían pensar, la edad no condiciona los niveles de productivdad de las personas, siempre que se tenga en cuenta otros aspectos importantes como la formación continua a lo largo de la vida, la experiencia, las condiciones laborales y el clima organizacional, entre otros.
La espiritualidad influye en las dimensiones personales, en las creencias y en la capacidad de razonar. Es ese interés permanente por encontrar las respuestas a situaciones existenciales que nos llevan a cuestionarnos quiéne somos y cuál es nuestro papel en este mundo.
El cambio constante de las dinámicas laborales ha acelerado la incursión de modalidades de trabajo más flexibles como el teletrabajo, beneficiando los modelos de negocio de las empresas que han decidido adoptar esta alternativa, no solamente para aumentar su productividad sino también para ofrecer mejores condiciones laborales a los trabajadores, que logren un impacto positivo a en su calidad de vida.
