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¿La edad define tu productividad?
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¿La edad define tu productividad?

El desempeño de un trabajador está ligado a muchos factores que pueden influenciarlo de manera positiva, o al contrario, afectarlo. Y aunque existe un pensamiento o creencia muy arraigado, con respecto a que, entre más horas se trabaje durante la jornada laboral mayor será la productividad, lo cierto es que esta situación no resulta ser certera. Los estereotipos relacionados con los trabajadores de mayor edad también pueden hacer una lectura no adecuada del desempeño de una persona, pues no siempre son determinantes a la hora de juzgar los niveles de productividad.

Con el paso de los años algunas capacidades físicas y funciones cognitivas pueden deteriorarse debido al proceso natural de envejecimiento (entre otros factores), lo que hace un poco más difícil el desarrollo de ciertas tareas en el trabajo. Sin embargo, el deterioro cognitivo puede retrasarse si se mantiene una vida activa y saludable a través de ejercicios que estimulen las habilidades intelectuales, con la ejecución de las funciones propias del trabajo que se desempeña y el aprendizaje continuo durante el transcurso de la vida.

Esta situación natural en el ser humano que podría ser vista como algo negativo para la relación entre edad y productividad, no ha logrado concluir de manera sólida que a mayor edad la persona se vuelve menos productiva, porque (como lo mencionan algunos estudios y artículos) si los elementos como la experiencia prolongada, el nivel de conocimientos y la adquisición de nuevas competencias son mayores que la pérdida de las capacidades cognitivas, la productividad puede ser altamente representativa si los trabajadores de edades avanzadas se desempeñan en trabajados que dominan bien y la formación acumulada a lo largo de su historia laboral es provechosa para su puesto de trabajo.

Se ha generalizado que las personas a partir de los 50 años (o incluso antes) ya no son un nicho atractivo para las empresas, porque se cree que su edad no es compatible con la productividad. Debido a que su experiencia acumulada los hace menos flexibles ante el cambio, son más difíciles de formar, se les dificulta adaptarse a las nuevas tecnologías y son menos productivos porque sus capacidades cognitivas comienzan a reducirse. Si bien hay estudios que afirman que la edad puede ser un factor negativo para el desempeño, todavía no hay investigaciones concluyentes que aseguren que con la edad los trabajadores desmejoren su rendimiento, puesto que deben tenerse en cuenta factores como las características individuales, las condiciones laborales, la complejidad del trabajo, el estado de salud, etc.

Por otro lado, al contrario de las creencias socialmente infundadas, algunos estudios demuestran que la productividad sí aumenta con la edad, ya que los trabajadores mayores son más responsables, tiene mejor capacidad de planificación, tienen mayor compromiso con su trabajo, pueden gestionar de manera adecuada situaciones críticas y pueden cometer menos errores debido a su experiencia.

 

 

Por ejemplo, el artículo “El efecto de la edad, la experiencia y la formación en la productividad laboral”, de la revista Cuadernos de Información Económica del 2018, analiza la relación de la productividad teniendo en cuenta tres indicadores: la edad, la experiencia y la formación, resaltando además la complejidad del trabajo desempeñado. El análisis que se realizó con base en una muestra seleccionada en un banco español, menciona que dicha relación resulta positiva en la medida que los trabajadores de mayor edad que cuentan con un nivel de formación más avanzado son más productivos en comparación con los más jóvenes que poseen una formación académica inferior. Y en cuanto a la experiencia, su efecto resulta ser positivo para la productividad, pero en menor medida.

Aunque en el estudio se tienen en cuenta otras consideraciones y estudios previos que muestran tanto los efectos positivos como negativos de la edad con respecto a la productividad, lo cierto es que los datos en la actualidad pueden ir variando conforme se analicen otras variables que son influenciables a la hora de determinar el rendimiento de los trabajadores, pues además de la edad, factores como la diversidad de perfiles laborales, el nivel de satisfacción del trabajador con su puesto de trabajo, el clima organizacional y el salario, también son importantes en su desempeño. Así que no es tan relevante si se es demasiado joven o mayor, siempre que la persona cuente con las habilidades específicas para desarrollar sus labores y persista con el entusiasmo por seguir aprendiendo.

A favor o en contra de la relación entre edad y productividad, la clave que puede garantizar el rendimiento y la permanencia de las empresas en su entorno, es el compromiso de los trabajadores, además de sus capacidades y su empeño para desarrollar adecuadamente su trabajo y obtener buenos resultados. La diversificación de la edad en las plantillas laborales es una buena estrategia organizacional para complementar y potenciar aspectos como la madurez, la experiencia y las competencias socioemocionales característicos de las personas mayores; con la capacidad de innovación, las habilidades digitales, la capacidad de adaptación y la creatividad, de los más jóvenes. Pudiéndose encontrar todas estas habilidades en cualquier profesional, sin importar su edad.

Para fomentar las capacidades de los trabajadores, sin perder de vista la influencia que pueda tener la edad, las recomendaciones consignadas en diversas investigaciones apuntan a reasignar tareas a los trabajadores mayores, flexibilizar los horarios y disminuir los periodos de estrés a los que se pueda exponer. Considerando adicionalmente, el tipo de trabajo y el perfil profesional. Pero sin dudad, la formación continua que se ofrezca desde las empresas, puede ser de gran ayuda para motivar a los trabajadores a especializarse y desarrollar nuevas habilidades que le permitan mantenerse activos y prevenir el deterioro prematuro de las capacidades cognitivas. Lo que a su vez los ayuda a mantener sus niveles de productividad de manera adecuada.